Cuatro falsos mitos sobre el deporte
1. ¿El músculo se convierte en grasa si dejas de practicar ejercicio?
Falso. Brian Udermann ,
actualmente investigador en el Departamento de Ciencias del Deporte de la
Universidad de Wisconsin-La Crosse (EE UU), ha llegado a la conclusión de que
una de las ideas equivocadas más extendidas es que cuando dejamos de hacer
ejercicio el músculo se convierte en grasa.
Lo que sí hace el ejercicio físico asiduo es ordenar a las células madre que se transformen en hueso en lugar de formar grasa, según sacó a relucir un reciente estudio de la Universidad McMaster. Y puesto que en la médula del hueso se forman las células sanguíneas, ejercitarnos aumenta el número de glóbulos rojos que circulan por nuestras arterias llevando oxígeno y nutrientes a todos los tejidos. Por el contrario, llevando una vida sedentaria la médula ósea se llena de grasa y es más fácil padecer anemia.
Lo que sí hace el ejercicio físico asiduo es ordenar a las células madre que se transformen en hueso en lugar de formar grasa, según sacó a relucir un reciente estudio de la Universidad McMaster. Y puesto que en la médula del hueso se forman las células sanguíneas, ejercitarnos aumenta el número de glóbulos rojos que circulan por nuestras arterias llevando oxígeno y nutrientes a todos los tejidos. Por el contrario, llevando una vida sedentaria la médula ósea se llena de grasa y es más fácil padecer anemia.
2. ¿Las mañanas son el mejor momento para hacer ejercicio porque se
queman más calorías?
Según Udermann, quemamos
exactamente el mismo número de calorías a las 5 de la mañana y a las 5 de la
tarde; es más, el rendimiento físico suele verse reducido por la mañana porque
la temperatura corporal está en su momento más bajo y los niveles de vitalidad
y energía también. No obstante, algunos estudios sugieren que a esas horas sí
podríamos quemar más grasa.
3. ¿Hacer deporte aumenta el apetito?
Más bien al contrario: lo reduce.
Estudios recientes revelan que correr aumenta la sensibilidad a la leptina, una
hormona que liberan las células grasas avisando de que ha llegado el momento de
dejar de comer. Además, el ejercicio físico aumenta la cantidad de amilina en
sangre, que minimiza la sensación de hambre.
4. ¿Las agujetas desaparecen bebiendo agua con azúcar?
Es otro falso mito. Según
explicaba Udermann, "las agujetas que aparecen después de hacer deporte se
deben a un daño muscular a nivel microscópico, y no a la formación del ácido
láctico, como mucha gente cree; por lo tanto, tampoco es cierto que
desaparezcan bebiendo agua con azúcar". Según ha comprobado el
investigador, solo hay dos cosas que parecen prevenir mínimamente las agujetas:
los estiramientos suaves y practicar actividad física ligera tras un ejercicio
intenso, por ejemplo dando un paseo.
0 comentarios:
Publicar un comentario